Desnutrición infantil, mal invisible

Lucha Nacional Contra el hambre

UNA FUNDACIÓN TRABAJA a brazo partido por reducir la desnutrición infantil: Hogares Bambi. Más de 10.000 niños han pasado por los nueve hogares que tiene, donde además de la atención integral, adelantan un programa de mejoramiento familiar.


Lilliana Vélez De Restrepo - Medellín | Publicado el 13 de mayo de 2009

Ese cuento de que los niños vienen con el pan debajo del brazo no es cierto.

Al contrario, ante los cada vez más altos índices de pobreza, el riesgo de la desnutrición infantil crece a la par que disminuyen las posibilidades de garantizar el futuro de millones de niños.

Según Eduardo Atalah, médico pediatra de la Universidad de Chile y presidente de la Sociedad latinoamericana de Nutrición, de los 213 millones de latinoamericanos pobres, 88 millones viven en extrema pobreza. De estos, 9 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica.

Y nada de nada
Aunque las cifras son elocuentes, la desnutrición infantil no ha alcanzado un nivel de visibilidad suficiente en el país, afirma Germán Jaramillo Villegas, presidente de la Fundación Éxito.

Y agrega que es un problema que afecta el presente y el futuro de la nación.

El problema no es solo de Colombia, donde si bien se ha mejorado y el Gobierno acaba de promulgar la Ley de la infancia, aún falta mucho.

Así lo explican las cifras de Alejandro Gaviria, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes: se pasó de un 35 por ciento de desnutrición crónica en niños menores de cinco años en 1965, a un 12 por ciento en 2005, "una cifra que no se compadece con las altas inversiones en el campo de la salud", asegura el académico.

Las consecuencias afectan a un alto porcentaje de la población infantil en el mundo ya que la falta de una alimentación adecuada, nutritiva y balanceada, conlleva retardo en el crecimiento físico, mental y psicomotor.

Además, genera alteraciones en los sistemas inmune, endocrino, cardiovascular y neumológico, indicaron los expertos en la materia.

Los resultados son funestos. Según Eduardo Atalah, estos niños se enferman más, mueren más y tienen una menor productividad en su vida futura.

Hacerle frente
Los expertos coinciden en que esto es más que un problema social y que requiere la intervención de todos los sectores: salud, educación, desarrollo rural, vivienda, saneamiento ambiental, planificación familiar, salud reproductiva y finanzas.

"Hay que crear conciencia en la sociedad, fomentar programas alimentarios, combatir las grandes iniquidades y fortalecer la atención prenatal", precisó Alejandro Gaviria.

Recomendó, además, bajar los aranceles en los alimentos lo que se reflejaría en el precio final y en la posibilidad de más y más familias de acceder a estos preciados, pero costosos productos.